5.- DISPOSICIÓN


Las actitudes son predisposiciones estables a valorar y a actuar, que se basan en una organización relativamente duradera de creencias en torno a la realidad que predispone a actuar de determinada forma. (Gargallo et al, 2007).

Las actitudes tienen un carácter multidimensional que integra diversos componentes: cognitivo, afectivo-evaluativo y conductual, aunque para la mayoría de los autores el componente afectivo-evaluativo se considera como el elemento más esencial o específico de la actitud.

En este sentido, las actitudes influyen sobre la atención que se preste a los objetos (poca o mucha), la forma como se perciben (favorable o desfavorablemente) y la manera en que responden las personas (con indiferencia o compromiso).

Las actitudes se adquieren; nadie nace con una predisposición hacía, por ejemplo, la lectura o la matemática. La forma como se aprenden las 30 actitudes varía, desde experiencias positivas o negativas con el objeto de la actitud (por ejemplo, un profesor que explicaba muy bien o muy mal), hasta la influencia de modelos (que pueden provenir de compañeras o compañeros de clase, de las expectativas de docentes o familiares, o de los estereotipos que difunden los medios de comunicación masiva). 

Por otro lado, las actitudes son inevitables; todas las personas las tenemos, hacia los objetos o las situaciones a que hemos sido expuestas; por ello, es indispensable integrarlas provechosamente en el proceso educativo. (Ministerio de Educación, 2000).


ACTIVIDADES PARA LA DISPOSICIÓN

Algunas de las estrategias que podemos utilizar los maestros en el aula, para trabajar con nuestros alumnos, pueden ser las siguientes:
  • Hacer actividades de pre-durante y pos- lectura (anticipar – predecir – inferir a partir del título del texto, de la tapa, de las imágenes o de la lectura de uno de los párrafos finales).
  • Descubrir dificultades de comprensión mientras transcurre el proceso de enseñanza aprendizaje.
  • Trabajar la variedad de textos.
  • Dar sentido y contexto al acto de leer.
  • Proponer situaciones con propósitos determinados.
  • Respetar gustos y preferencias.
  • Permitir el intercambio oral de interpretaciones.
  • Propiciar momentos para la escucha y la lectura por placer.
  • Explicar desde el punto de vista del docente cómo se busca la información.

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